lunes, 28 de diciembre de 2015

Científicas tucumanas descubren que raíz milenaria ayudaría a reducir la obesidad

PLANTA. De yacón (GNU 1.2/C.Commons Alike 3.0/commons.wikimedia.org).

PLANTA. De yacón (GNU 1.2/C.Commons Alike 3.0/commons.wikimedia.org).

Se trata de la planta andina milenaria yacón.

Es conocida por sus beneficios para el tratamiento de la diabetes.

Por Agencia Télam

La planta andina milenaria yacón, conocida por sus beneficios para el tratamiento de la diabetes, ayudaría también a perder peso y a disminuir la grasa abdominal, de acuerdo a una investigación de profesionales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

El equipo tucumano está liderado por Sara Sánchez e integrado por Susana Genta, Stella Maris Honoré y otros investigadores que se desempeñan en el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO), que depende de la UNT y el Conicet.

Las profesionales trabajan desde hace quince años en la validación científica de las propiedades del yacón y ya demostraron que dos partes de la planta tienen potencial terapéutico, las hojas y las raíces de reserva, y que su ingestión no resulta tóxica, informó el portal universitario Argentina Investiga.

Primero realizaron estudios de un jarabe de raíz de yacón elaborado por el Centro Internacional de la Papa, que tiene sede en Lima, Perú, en el marco de un convenio de cooperación entre la UNT y esa institución, que les permitió validar científicamente los efectos benéficos de este producto.

En una primera etapa, las investigadoras comprobaron en animales de experimentación que el jarabe de raíces de yacón no era tóxico y luego avanzaron en estudios clínicos con un grupo de 100 pacientes con síndrome metabólico, que tenían alto riesgo de desarrollar diabetes. Este estudio fue realizado junto a médicos del servicio de Endocrinología del hospital Padilla.

El equipo corroboró que el jarabe tenía efectos positivos en la diabetes, pero además observó que el grupo monitoreado registraba un notorio descenso de peso, una disminución del perímetro de la cintura y también del índice de masa corporal.

Las conclusiones fueron publicadas en las revistas internacionales “Clinical Nutrition” y “CMR Journal”.

Sánchez destacó "los efectos beneficiosos para la salud" de estos compuestos que se basan "en la liberación de un tipo de hormonas que actúan en el centro de la saciedad reduciendo el apetito; en el páncreas mejorando la producción de insulina y en el metabolismo lipídico reduciendo la acumulación de tejido adiposo".

Aunque el equipo ya evaluó el jarabe en animales primero y luego en humanos, en la actualidad continúa experimentando con ratas de laboratorio para tener precisiones sobre los mecanismos que intervienen con el yacón puro.

La meta de las profesionaes es desarrollar un suplemento dietario, patentarlo y conseguir la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT).

Tanto Genta como Sánchez estiman que aproximadamente en dos años podrán llegar a la industria farmacéutica con este suplemento elaborado en base a la raíz de yacón, que sea útil tanto para el tratamiento de la diabetes como de la obesidad.

En algunos lugares del país ya se vende un jarabe en base a esta raíz "con elevada cantidad de alcohol y de harinas de yacón con agregados de azúcar y de conservantes", por lo tanto, las científicas advirtieron que hay que tener cuidado a la hora de consumir estos productos porque "pueden hacer aumentar de peso y hasta elevar los niveles de glucosa".

El yacón es un tubérculo originario de Perú y extendido hacia el norte, hasta Ecuador y Colombia, y hacia el sur, hasta el Noroeste argentino.

Fue utilizado por los pueblos originarios, convencidos de su potencial para aliviar dolencias. A fines de la década del noventa, cautivó el interés de países como Japón, que a través de un proyecto científico llevó muestras para investigación y desarrollo del cultivo.

La planta se cultiva actualmente en muchos lugares del mundo, aunque se trata de un cultivo a escala pequeña, explicó Alfredo Grau, director subrogante del Instituto de Ecología Regional de la UNT y asesor del ministerio de Ciencia de la Nación en la comisión de Biodiversidad y Sustentabilidad Ambiental.

El especialista señaló que el mayor productor mundial es Perú, país que tiene mucho consumo interno, y el segundo es China, donde el cultivo llegó desde Corea y Japón.

En el Noroeste argentino se cultiva en la localidad de Bárcena, Jujuy, a través de una cooperativa de productores; en el Valle de Lerma, en Salta y también en Tucumán.

lavoz.com.ar



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